El chorro para cables de fibra óptica se ha convertido en el método más utilizado para instalar cables de fibra óptica de forma rápida y eficaz. Pero antes de desatar los cañones de aire de tu máquina de chorro de cable, un paso crucial garantiza un funcionamiento suave y satisfactorio: la prueba de presión del conducto.

¿Por qué probar?

Imagínatelo: estás a medio chorro, impulsando el cable por el conducto con confianza, sólo para encontrarte con una fuga oculta a mitad de camino. La presión baja, el cable se atasca y la instalación se detiene. Aquí es donde entra en juego la prueba de presión de conductos: una medida preventiva que identifica posibles problemas antes de que se conviertan en costosos retrasos.

Ventajas de las pruebas de presión en conductos:

• Detección de fugas: Descubre fugas ocultas o puntos débiles en el sistema de conductos. Las fugas pueden afectar significativamente a la eficacia del proceso de chorro al provocar caídas de presión y dificultar el movimiento de los cables.
• Descubrimiento de obstrucciones: La prueba puede revelar obstrucciones no detectadas en el conducto, como acumulación de residuos o secciones colapsadas. Estas obstrucciones pueden dañar el cable durante el chorro.
• Tranquilidad: Saber que tu sistema de conductos es hermético y está limpio te da tranquilidad y te permite proceder al proceso de limpieza por chorro con confianza.

Pruebas 1, 2, 3:

Aquí tienes un desglose simplificado de la prueba de presión en conductos:

1. Sella el conducto: Sella bien un extremo del conducto. Esto se suele hacer con un tapón especializado.
2. Presuriza el sistema: Introduce aire comprimido en el conducto utilizando un manómetro. El nivel de presión específico puede variar según el material y el tamaño del conducto, pero suele estar dentro de un rango seguro establecido por las normas del sector.
3. Mantener y observar: Controla el manómetro durante un periodo determinado (normalmente de 5 a 10 minutos). Una lectura de presión constante indica un sistema sin fugas.
4. Liberar y repetir: Una vez finalizada la prueba, libera lentamente la presión y repite el proceso en otras secciones del sistema de conductos, si procede.

Consejo extra: Aunque la prueba de presión es una herramienta valiosa, se recomienda realizar también una inspección visual del conducto para detectar cualquier daño evidente o acumulación de residuos.